A lo largo de mi corta pero intensa trayectoria dentro del BDSM, en varias ocasiones he escuchado comentarios y preguntas de este tipo:
En una de tantas ocasiones, ante la petición directa de “por favor, enséñame a dominar”, me puse a reflexionar sobre el tema, en aquel momento me vinieron a la mente varios conceptos que considere importantes y que he tratado de plasmar en el siguiente ideario, el cual parte de la base de que hablamos de una relación de dominación-sumisión de base (es decir una relación que trasciende los límites del recinto de sesión).
1.- La sumisa debe querer entregar su sumisión al dominante, y los factores que motivan ese “querer entregar” son dos:
2.- El dominante debe tener conocimiento, de técnicas, protocolos y medidas de seguridad, pero aún más importante, el dominante debe conocer a la sumisa (gustos, fantasías, experiencia y límites).
3.- El dominante en todo momento debe “leer” a la sumisa, es decir observar y escuchar lo que hace y dice la sumisa. Palabras, expresiones, gestos, reacciones, etc. Son fuentes de información que indican si la sesión va o no por buen camino.
4.- Paciencia. Una relación BDSM como cualquier otra relación humana, requiere paciencia para fortalecerse, para madurar. La sumisión y entrega de la sumisa debe ir creciendo a su propio ritmo, el dominante no debe esperar que la sumisa cumpla todas sus expectativas inmediatamente. La sumisión es un proceso de continuo crecimiento.
5.- Confianza: En la medida que la sumisa desarrolla confianza hacia el dominante, su entrega se incrementa. Pero cómo se genera esa confianza y cómo se gana? Un punto verdaderamente controversial, desde mi muy particular punto de vista, los factores que generan la confianza son principalmente:
6.- La sumisión debe reportar placer a ambos, dicho en otras palabras, tanto para dominantes como sumisas, que objeto tiene permanecer en una relación que no les reporta placer?
7.- Mas allá de buenos y malos dominantes o buenas y malas sumisas, que si los hay, uno de los factores de éxito para una relación BDSM es el empatar gustos.
Esto no es un manual ni pasos para ser un buen dominante, ni nada por el estilo, son simplemente mis percepciones de algunos de los factores que favorecen una buena relación BDSM, pero indudablemente la mejor opinión siempre será, la que cada quien tenga.
(Para efectos de una lectura sencilla, se utilizan los términos de Dominante y sumisa, pero de la misma manera pueden cambiarse por Dómina y sumiso).
Por Ángel Negro