HACIA EL POSTBDSM (Segunda parte)

HACIA EL POSTBDSM (Segunda parte)

Angie Rueda Castillo

26 de febrero de 2015

 

Los cambios que se vienen produciendo en el mundo del BDSM y la D/s, y que yo denomino “PostBDSM”, son también consecuencia de influencias externas, que identificamos a continuación y las cuales seguirán teniendo un gran impacto en la reconfiguración de este mundo:

1) El mercado. La conversión del BDSM en un fenómeno de moda por las ganancias que está generando el consumo de libros, películas, accesorios de ropa y “juguetes” y aparatos para su práctica. El mercado contribuye de esta manera a su mayor visibilización y favorece su aceptación o al menos su menor rechazo y condena, como lo demuestran, entre otros hechos, las ganancias recopiladas por la zaga de libros (95 millones de dólares anuales para su autora Erica Leonard James) y la primera película (de la trilogía, cuya filmación completa ya se prepara, y que en su semana de estrenó cosechó entradas por 239 millones de dólares, la de mayor éxito económico para películas prohibidas para público menor de 17 años) de “Fifty Shades of Gray”. A este éxito de ventas y popularidad, podría seguir, al menos en alguna medida, la película australiana “My Mistress”, que trata sobre la relación que se establece entre un jovencito y su vecina (Emmanuelle Béart), quien resulta ser una dominatrix.

2) La globalización de la información. La expansión del internet y el surgimiento de las “redes sociales” han venido a poner la información (no necesariamente ni cierta ni confiable ni convencional) al alcance, literalmente, de millones de personas. “fetlife.com”, “mazmorra.net”, “alt.sex.com.”, “someteme.com”, “elpalaciodelbdsm.com”; blogs sobre el tema, como el afamado: “elfarosm.blogspot.com”; redes virtuales como: “Facebook” (con páginas dedicadas al bondage, pet play, femdom, maledom, sissies, de amos, amas, sumisas, sumisos y switch), “Instagram” (que permite desnudos totales), “Youtube” (en donde pueden verse los trailers y escucharse la música de películas “de culto” en el ambiente, como Histoire d’O, Il Portiere di Notte, Maitresse, La pianiste, Beyond Vanilla, Secretary, Wir leben… SM!, Nymphomaniac, y otras muchas), son algunos de los variados recursos a los que hoy acude quien tiene conocimientos e interés o, simplemente, curiosidad o morbo por el tema del BDSM y las diferentes prácticas que cobija, lo que obviamente se ha incrementado con fenómenos mediáticos como los ya comentados. Estas fuentes de información, en su variedad, van reflejando los cambios que ha vivido el sadomasoquismo y la dominación/sumisión a lo largo del último medio siglo, así como los que vive hoy en día y hacia adelante.

3) Los derechos humanos y el feminismo. La influencia que en las últimas décadas han ido adquiriendo en el conjunto de la vida social, el reconocimiento, respeto, protección y promoción de los derechos humanos y la búsqueda de la igualdad y la equidad entre los géneros, se hace presente, por supuesto, en el campo de las sexualidades, y no podía dejar de hacerlo también en el mundo del BDSM y de la D/s. Hoy, es visible una abierta tendencia a la mayor participación y disfrute de beneficios de las personas, esto es, a una mayor horizontalidad que termina por cuestionar y poner en entredicho la esencia misma de las relaciones en el BDSM, que es su asimetría y jerarquización.

Un fenómeno contrastante, en relación con la cuestión de género, está representada por la presencia, desde hace años (aunque no en sus orígenes), de mujeres dominantes y de sumisos varones, lo que, por un lado, pone de relieve el mayor poder y capacidad de conducción en manos de mujeres, aunque, por el otro, como en el caso del ginarquismo, con su contenido de sojuzgamiento femenino sobre los hombres, viene a significar un cuestionamiento, desde el extremo opuesto, a las ideas mismas de igualdad y equidad de género que han impulsado las diferentes olas del feminismo.

4) Las sexualidades alternativas. La apertura del BDSM y la presencia en su interior de otras condiciones, prácticas y manifestaciones de la sexualidad de nuestros días, como las relaciones sexuales abiertas (swingers, menage a trois o gang bang, que en el medio de la D/s pueden adoptar la forma de “cesión” o “cosesión”), el poliamor con su componente amoroso (“poliarmonía” en el mundo bedesemero), el exhibicionismo, la pansexualidad con la más protagónica participación de mujeres trans dominas, sumisas y alternantes. La vinculación con estas diferentes experiencias y expresiones eróticas y sexuales, más allá de las relaciones sadomasoquistas o de dominación/sumisión heterosexuales, enriquece pero también viene a complicar la permanencia de sus rasgos más conocidos.

5) Comunicación, negociación y toma de decisiones. Otras acciones en terrenos de la vida económica y social distintos a los de la sexualidad y, en específico, del BDSM, de manera más o menos consciente se vienen aprovechando e incorporando en la vida cotidiana de las y los practicantes, para concertar una cita, acordar una sesión y particularmente para conformar una relación de dominación/sumisión estable y con perspectivas de duración. La mayor preocupación sobre la necesidad de la autoestima entre las y los sumisos; la aplicación y cultivo de la comunicación asertiva, la puesta en práctica de estrategias de negociación y una toma consciente de decisiones, particular aunque no únicamente entre quienes se someten y entregan, sustrae de los y las dominantes la exclusividad de la iniciativa, conducción y control de las relaciones.

Las ideologías y las formas de vida en prácticamente todos los campos del entramado social están sujetas a revisiones y cambios, con mayor o menor conciencia de sus practicantes, pensadores y líderes. Esta fue la constante del siglo XX y es dramáticamente cierta en nuestros tiempos, en los que el predominio del mercado, la globalización y la irrefrenable innovación tecnológica, en el contexto de sociedades más abiertas y tolerantes, hace que las personas, los grupos, las organizaciones y las sociedades transformen o muden comportamientos, prácticas y costumbres, incluso hondamente arraigados para la presión de lo inmediato, lo sutil, lo novedoso. Nuestro mundo es uno “light”, efímero, vacío sostiene el filósofo y sociólogo francés contemporáneo Gilles Lipovetsky.

Esto no significa que todo cambiara al mismo tiempo, de manera semejante y en la misma dirección. Resurgen, incluso con fuerza, los fundamentalismos y los localismos, no son escasas las reacciones que propugnan la vuelta a un pasado idealizado y añorado. Las y los amantes de las convenciones, las escuelas, los mentores, las reglas, los protocolos, las jerarquías, no desaparecerán, ni mucho menos, previsiblemente tenderán a reducirse a pequeños grupos de conocidos, como fue en su origen, para salvaguardar las tradiciones, lo que se considere la esencia.

El BDSM y la D/s también están en transformación, impactados por influencias externas y por cambios en su interior, generados o favorecidos por aquéllas, lo que puede observarse cotidianamente en la variada información disponible sobre este mundo y constatarse en la práctica y la mentalidad de quienes crecientemente se interesan en sus rituales, contenido, estética y parafernalia.

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