bullwhip
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En la publicación anterior tocamos toda la información necesaria para tomar la decisión de qué látigo comprar. Ahora nos enfocaremos en algunos aspectos generales del látigo,

El largo:

El largo que fácilmente encontraremos en el mercado es entre 4 y 12 pies. Buscando un poco podrán encontrar látigos de 3 pies. Como nuestro uso será casi siempre en interiores, lo más conveniente es inclinarnos por látigos de 3 o 4 pies máximo.

La razón es: 4 pies del látigo, 2 pies del fall y 1 pie del crack son alrededor de dos metros, más el largo del brazo estaríamos hablando que necesitamos más o menos 3 metros a la redonda (incluso hacia arriba) para no correr el riesgo de enredar el látigo en muebles o tirar enseres.

Es pertinente aclarar que si se apasionan por el Whip Cracking (disciplina deportiva de crackeo de látigos), hay “trucos” o movimientos que difícilmente se podrán realizar con un látigo de 3 pies, en virtud de que un látigo debe tener una longitud mínima para poder realizar el bucle y poder “rearmarse” para el siguiente crack. Considero que esa longitud mínima son 4 pies.

Domando el látigo:

Un látigo nuevo de buena calidad será rígido. Al usarlo nos dará la sensación de un látigo lento, duro y de difícil manejo y eso es natural. Para solucionar ese problema hay que domarlo: “Break in” –dirían los americanos.

Es común tratar de domar el látigo con las siguientes técnicas erróneas:

a) Utilizando aceite (en el caso de látigos de cuero)
b) Forzando con las manos una y otra vez, incluso a contraflujo de su curvatura natural
c) Crackeando fuertemente hacia atrás y hacia adelante

Todas estas técnicas lo que harán será acortar la vida de nuestro látigo y, en casos extremos, echarlo a perder.

La mejor forma de domar un látigo es usándolo; en la medida que usemos de forma natural el látigo, éste se adaptará a nuestra forma de lanzarlo, fuerza, velocidad y momento de crack, y a través del tiempo éste se hará rápido y flexible. Y lo que es más importante: nos compenetraremos con nuestro látigo.

El Crackeo:

Aunque suene gracioso, me he encontrado con personas que piensan que el crack se produce cuando el látigo golpea una superficie. Esto es falso y además sería maltratar nuestro instrumento. El producir un ruido al golpear una pared o el piso no es crackear y hacerlo lastimará el fall o el crack.

El verdadero crackeo se produce cuando la punta del látigo (crack o chasqueador) rompe la velocidad del sonido, alrededor de 343 metros por segundo.

Y ese característico sonido, es lo que en parte hace del látigo un instrumento tan espectacular.

Aquí cortaremos esta entrega y dejaremos para la próxima todo lo referente al uso del látigo dentro del BDSM.

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