Admiración por la sumisión

Naturalmente, como dominantes sabemos que nuestro rol depende de su convexo: La sumisión, pero llama la atención como ambas partes no se entienden del todo, se recriminan fallas en las sesiones que van mayormente enfocadas en “matar la ilusión” o en “no cumplir” con la fantasía. Por eso consideramos que es muy importante definir bien, que es una RELACIÓN BDSM” y que rol jugamos como dominantes o sumisos y por consiguiente podremos observar: ¿Qué hay de admirable en la sumisión?

Slavoj Žižek, inspirándose en Lacan, nos dice en una cita traducida por nosotros:

“La única Relación Sexual exitosa ocurre cuando las fantasías de los participantes se superponen. Si, por ejemplo, el Hombre fantasea con que hacer el amor es como andar en bicicleta, y la mujer fantasea con ser penetrada por un semental, lo que realmente ocurre mientras tienen relaciones es un caballo andando en bicicleta…con una fantasía así, ¿quién necesita de una personalidad?

En esta cita podemos observar varias cosas: Que la relación sexual, ni es igualitaria, ni es real, es de naturaleza simbólica, se mueve por el lenguaje, es un Dialogo. Cuando Lavas nos dice que no hay necesidad de una personalidad, interpretamos que, mientras el encuentro ocurre se cae todo lo que somos en nuestra dimensión social, encarnamos únicamente nuestra fantasía, nuestro deseo, nos volvemos una metáfora de nosotros mismos.

Cuando hablamos específicamente del BDSM apreciamos que las sesiones no son reales, son teatralidad, un juego de rol. Pero como sabemos, en los juegos de rol hay reglas, que no se pueden seguir a forma de una ley, se observan, mantienen el juego en funcionamiento, si la regla se rompe, el juego acaba. No se puede trasgredir una regla, en eso difiere a la ley, cuando la ley se trasgrede, se hace en forma de un ritual, de un juego: La transgresión de una ley, es la inscripción de una regla.

La Ley (a falta de un mejor termino disponible) Vainilla, se trasgrede en las reglas del BDSM. Entonces…para explicar que pasa en las relaciones BDSM, habrá que descifrar sus dos posturas originales: Sádico y Masoquista.

Existen más roles, pero estudiando la “Admiración a la Sumisión” por parte de la dominación, es necesario enfocarnos primero en esta dualidad.

Podemos definir Sadismo como la voluntad de infringir VIOLENCIA en el Otro, pero antes habrá que entender que existen varios tipos de VIOLENCIA. Por ahora, podemos conformarnos con dos. La Dr. Blanca López describe en el Coloquio de estudios sobre Juegos de Rol: Existe violencia Legal e Ilegal. La Ilegal: es de carácter Primordial, No posee lenguaje ni límites, es de la lógica del GOCE.

Basándonos en los registros Lacanianos, podemos llamarla: VIOLENCIA IMAGINARIA. Por otra parte, la violencia Legal, es Transformada, Limitada, considera el Dialogo con el Otro, por lo tanto es de la lógica del PLACER. A esta podemos llamarla: VIOLENCIA SIMBÓLICA.

Por lo tanto un “buen” Sádico dentro del BDSM no solo es aquel que sabe llevar a cabo las practicas, sino aquel que sabe cómo inscribirlas en el registro de lo simbólico.

Diagrama de VIOLENCIA IMAGINARIA:


Diagrama de VIOLENCIA SIMBÓLICA:



Podemos intuir que El Masoquista no es más que el reciproco del Sádico, ósea, alguien a quien le gusta recibir VIOLENCIA y ya. Va mucho más allá, pues como dije al principio, la cosa no es igualitaria, aplica un principio de quiralidad, las relaciones pueden parecer iguales de un lado al otro pero tienen reacciones completamente diferentes, porque su naturaleza no es igual. Ambas partes ceden cosas distintas, por lo que ambas partes reciben cosas distintas, es un trueque. Entonces, un Masoquista, no se entrega a sí mismo como víctima para su Sádico, eso es actuar conforme a una pulsión de muerte y no conforme a una decisión. El Masoquista actúa conforme a su deseo, SOLICITA aquella violencia que DESEA y pueda inscribir en un universo SIMBÓLICO. Como dijimos antes, lo simbólico implica dialogo, límites y placer.

El Masoquista busca lo mismo que un Sádico, solo que le SOLICITA a este que lo haga por él, un Sádico Holgazán, por verlo de algún modo. Esta coincidencia de objetivos es la que genera la diferencia en operación.

Diagrama Relación Sado-Masoquista:

 


En el diagrama observamos un ciclo de 4 movimientos en sentidos opuestos que nos permiten hacer algunas afirmaciones:

El Sádico usa el objeto de deseo para seducir al masoquista, mientras el Masoquista usa al sádico para seducir al objeto del deseo.

El objeto de deseo no puede ser igual, como dije antes, no se recibe lo mismo porque no se desea lo mismo, los afectos son cruzados. Por ejemplo: el látigo. El masoquista desea recibir azotes con él, mientras el Sádico busca azotar con él. El Masoquista ADQUIERE ENERGÍA, mientras el Sádico INVIERTE ENERGÍA.

Las posiciones de Sádico y Masoquista solo son estáticas si la voluntad de los participantes así lo desea, el choque de ESTÍMULOS, que es donde ocurre el trueque del placer, permite la fluidez de ambos roles. Por eso es que todos parten del mismo principio: El Fluido, El Switch, El Combativo, etc… solo varia en la intermitencia con que el sistema se desempeña.

Todos los caminos apuntan al Masoquista, y aquí podemos ver al fin la respuesta a nuestra pregunta ¿Qué hay de admirable en la sumisión? Es ahí donde reside todo el sentido del juego. Viéndolo como una metáfora el Masoquista o Sumiso es el motor del juego y el Sádico es el combustible, la inversión de energía. El juego no puede operar sin estos dos elementos pero es gracias a los motores que existen los combustibles y no al revés:

Es gracias a la sumisión que existe la dominación y no al revés.

Por Rogelio Valerio.

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