Tripiés de bambú para suspender y semisuspender
Por Sury CFest y Cato Rope
Es de bien nacidos ser agradecidos así que iniciaremos dándole el crédito por esta información a nuestro querido maestro. Max es un rigger reconocido en Estados Unidos tanto por su práctica como por su constante labor educativa impartiendo cientos de cursos a lo largo de los años. Este caballero es uno de los fundadores y principales instructores del CSPC (Center for Sex Positive Culture), corazón de la vida kinky de Seattle, una de las ciudades más bedesemeras de nuestro vecino del norte.
[Pueden encontrar más información sobre Max y el CSPC en los siguientes links: www.bondagelessons.com y www.thecspc.org]
Max nos enseñó, entre otras cosas, los distintos usos que se le puede dar al bambú. Y sí, azotar con bambú es una opción pero es, tal vez, lo menos interesante e imaginativo que se puede hacer con este versátil material. Con él puedes incomodar, desesperar, castigar, torturar, inmovilizar y – por supuesto – suspender.
El bambú no sólo tiene un precio accesible en México sino que dota a tus escenas de juego de un toque tradicional, artístico y sofisticado que pocos materiales igualan. Además, ¡es convenientemente discreto ya que puedes usarlo como un adorno en tu casa sin levantar sospechas! Puedes jugar con él y luego regresarlo a su inocente jarrón o macetita.
En concreto, para el tema de las suspensiones –parciales o totales -, aprendimos una técnica para armar tripiés con bambú que es realmente hermosa, fácil de hacer, accesible y tremendamente efectiva. Con este bagaje, regresamos a casa y nos dispusimos a practicar. ¡Fue increíble darnos cuenta de que podíamos ampliar mucho nuestro espectro de juego con este instrumento sin la necesidad de contar con un ancla fija al techo de nuestro departamento!
Nosotros nunca habíamos visto algo similar en la escena mexicana y, cuando comprobamos la eficacia y seguridad de este tripié de bambú, nos enamoramos del concepto, de su estética, de su aroma… ¡Y quisimos compartirlo!
Poco tiempo después fuimos invitados por Calabozo MX a dar el primero de los talleres de bondage que hemos tenido el gusto de impartir. No dudamos que ese era el foro ideal para compartir esta técnica y ahora vemos, con mucho gusto, que cada vez hay más miembros de la comunidad a quienes les gusta trabajar con este material.
Para aquellos que aún lo desconocen, aquí les compartimos la información general. Eso sí, les recomendamos que vayan despacio al iniciar con suspensiones (parciales y totales). Dominen la cuerda, conozcan a su compañero de juego para construir confianza tanto en su persona como en sus habilidades (tanto si juegan de top o de bottom), familiarícense con la flexibilidad del bambú, con la respuesta de sus cuerdas y, sobre todo, practiquen mucho y aprendan de sus errores. ¡Prepárense para sentir la adrenalina de una de las prácticas más vistosas del bondage!
Materiales:
Ahora, hablemos primero de los materiales para armar tu tripié. Necesitas tres bambúes con un largo de entre 2.5 a 3.0 metros. Bambúes más cortos no te darán la altura suficiente para hacer una suspensión segura, cómoda y divertida, y más largos difícilmente cabrán en una habitación de altura promedio. Es importante notar que si tus palos son demasiado largos y tienes que abrirlos mucho para que entren en tu casa, la parte baja de los bambúes perderá área de contacto con el suelo y esto hará más factible que se abran un poco cuando apliques peso sobre ellos.
Se recomienda un grosor de 2.5 a 3 pulgadas (entre 6 y 8cm de diámetro). Uno menor no es tan resistente y uno mayor resulta complejo de manejar a la hora de atar. No te preocupes, el bambú es un material sumamente resistente y este grosor es mucho más que suficiente para soportar el peso de una persona.
¿Bambúes verdes, secos o barnizados? Esta es una elección personal. Nosotros compramos verdes en Xochimilco y se fueron secando poco a poco. Es maravillosa la experiencia de ver cómo toman mayor rigidez y van adquiriendo su color de madera natural. Secos te ahorras toda esta transición. Barnizados adquieren una textura mas lisa y reduces los factores de riesgo de maltrato por humedad, además de que puedes elegir la tonalidad que deseas para darles un toque estético único. En cualquiera de los tres escenarios, revisa muy bien que no tengan fracturas, grietas o una curvatura notable, es decir, puntos en donde una ruptura sea más factible. Procura que los nudos de los tres palos estén más o menos a la misma altura, esto ayudará a que la cuerda se sostenga con mayor firmeza y facilitará tu trabajo a la hora de atarlos juntos.
Con bambúes en mano, necesitas el factor de unión: la cuerda. A nosotros nos gusta más usar una cuerda de cáñamo de 30 pies (9 metros aproximadamente) y de 6 mm de grosor porque su resistencia es mayor y es fácil de manipular. Ahora, la mala noticia, deberás resignarte a que la vida útil de esta cuerda se reduzca considerablemente pues la presión y la fricción que sufre al aplicar esta técnica es alta. Recuerda siempre revisar tu cuerda antes de jugar; si ves que tiene roturas significativas, no la uses más para suspender. ¡La seguridad es primero!
Finalmente, necesitarás un aro de suspensión o al menos, un mosquetón, además de otra cuerda para amarrarlo al vértice de tu tripié. El tema de los materiales y de la calidad de estos artículos es otra historia, por lo que ahora sólo recomendamos que procures asesorarte con un especialista e invertir en calidad. Pregunta en tiendas de alpinismo o hasta en un Home Depot, teniendo siempre en cuenta las tasas de resistencia de tu equipo. Un consejo rápido, no dejes caer al piso tus aros de suspensión o tus mosquetones porque esto puede afectar su vida útil, trátalos con la delicadeza que reclama el ser parte de tus herramientas de expresión dentro del bondage.
¡Manos a la obra!
- Recuesta los tres bambúes en paralelo, de manera que queden uno junto al otro (no encimados) y cuidando que sus tres partes más anchas coincidan. Es importante que queden parejos en la parte ancha porque será la base de tu tripié, por otro lado, no importa si no quedan tan parejos en la parte superior.
- Ve al extremo superior y rodéalos todos con una línea doble de cuerda (como la que usarías normalmente en el bondage para el cuerpo) para formar un nudo “lark’s head” cuyo gancho quede frente a ti entre el bambú del extremo izquierdo (número 1) y el central (número 2). Por entre estos dos postes vas a empezar a cruzar la cuerda en el siguiente paso.
- Pasa la cuerda por entre el bambú del extremo izquierdo (1) y el central para que quede en la parte anterior; repite el movimiento -haciendo zig-zag- ahora por entre el bambú central (2) y el del extremo opuesto (3).
- Rodea el bambú del extremo (3) y repite la operación del zig-zag ahora de regreso con lo cual habrás logrado que cada bambú tenga una vuelta de cuerda. Ojo, como muchas cosas en la vida, menos es más. No es necesario que pases más veces la cuerda pues harías que con cada pasada aumentara la separación entre los bambúes, lo que reduciría la posibilidad de abrirlo al ponerlo de pie.
- Rodea el bambú inicial (1) y habrás llegado al punto del gancho de inicio.
- Pasa la cuerda nuevamente por entre el bambú 1 y el central (2) y bájala en paralelo con dirección a la base de los postes para pasar por detrás de las cuerdas y salir nuevamente hacia arriba abrazándolas.
- Pasa la cuerda por debajo del poste central y en diagonal hacia la base para pasar por detrás de las cuerdas y salir hacia el frente entre el bambú 3 y el 2.
- Sube en paralelo entre el poste 2 y el 3 y pasa la cuerda hacia atrás, rodea las cuerdas y sal nuevamente por debajo de ellas hacia el frente para crear otra abrazadera en las cuerdas.
- Dale la vuelta a tus postes, quedando a la izquierda el 3 y a la derecha el 1. Deberá verse así:
- Pasa la cuerda en paralelo hacia arriba entre 3 y el 2, cruza en diagonal hacia abajo –completando la equis- y pasa por entre 2 y 1.
- Sube en paralelo entre 2 y 1 rodeando nuevamente las cuerdas y sal hacia el frente.
- Separa las cuerdas y pasa una por entre el poste central y 1, y la otra por entre el poste central y 2. Jálalas por debajo.
- Dale la vuelta a tus postes, quedando nuevamente a la izquierda el 1 y a la derecha el 2.
- Realiza un nudo cuadrado sobre el poste central utilizando ambas cuerdas.
Otro tip. No es indispensable que aprietes en demasía las cuerdas, pues hacerlo impedirá abrir el compás, pondrá mucha mayor tensión en la cuerda y aumentará la posibilidad de que se rompa. Ajústala sin apretar. La seguridad del amarre se da por la interacción de las cuerdas con la posición de los postes y el peso del cuerpo.
- Ahora pon de pie los bambúes y ábrelos para formar el tripie. Procura que los de los extremos sean los que se crucen entre sí de manera que el central tenga una caída vertical.
- Con tu tripié en pie, debes cuidar que exista la mayor simetría posible. Párate justo frente al bambú central y observa que no se incline más hacia cualquiera de los lados. Después repite esta operación en cada cara de tu pirámide y ajusta.
- Ahora, esto ya es suficiente para dar estabilidad y fuerza al tripié, pero a nosotros nos gusta dar pasadas extra de cuerdas en este punto. Toma la cuerda sobrante y sube rodeando las cuerdas que encontrarás entre el poste 1 y el 2, creando una abrazadera. Regresa al punto de inicio, donde está tu nudo cuadrado.
- Sube nuevamente y rodea ahora las cuerdas que encontrarás entre los postes 2 y 3, creando otra abrazadera. Regresa al punto de inicio, donde está tu nudo cuadrado.
- Toma la cuerda restante y dale vueltas alrededor de los tres postes. Remata con un nudo cuadrado.
- Finalmente, usa el bambú central como tu punto ancla para poner aquí tu aro de suspensión o tu mosquetón.
Otras recomendaciones extras:
Para evitar que las bases de cada bambú resbalen y se abra el tripié, aquí hay dos opciones:
- A) Puedes colocarlo sobre un tapete rugoso, lo cual -además de evitar que se resbale- te da un escenario muy interesante para el juego pues tu compañero, en caso de estar con poca o nada de ropa, disfrutará del roce con esta superficie.
- B) La segunda opción es añadir algún elemento antiderrapante a las bases; puedes usar las “patitas” de plástico que se usan para cualquier mueble o, incluso, un método más artesanal como envolver las bases con gamuza -lo que le dará un aspecto un tanto tribal.
Un punto adicional a considerar si crees que aún corres el riesgo de que se abran demasiado las patas de tu tripié es fijar la base de los bambúes entre sí. Esto se logra simplemente al usar una cuerda adicional que una los tres postes. También puedes hacerlo añadiendo bambúes más delgados que vayan atados a la parte baja de cada poste delineando la base de la pirámide. El contra está en que ahora añadiste un factor de riesgo al tener algo en el suelo con lo que tú o tu compañero pueden tropezar. Nosotros hemos hecho distintas suspensiones con y sin estos elementos, es cosa de gustos personales.
Recuerda que es normal que al aplicar peso en un tripié de bambú sientas que cede un poco, que se asienta y se abren un tanto las patas. Una vez más, esto es normal. Las cuerdas y el bambú tienen que encontrar su punto de balance así que tú y tu compañero deben estar conscientes de este movimiento que van a sentir cuando apliquen peso, es cosa de acostumbrarse y practicar.
Una nota importante es evitar usar los postes para anclar líneas de ellos. El diseño de un tripié está hecho para cargar en vertical, no para tener peso y tensión hacia los lados de los postes, podrías comprometer su estabilidad y la seguridad de tu compañero. Del mismo modo, evita cualquier golpe o tropezón lateral sobre el tripié, podrías colapsarlo.
Finalmente, te recomendamos no usar en más de una escena tu tripié. No olvides que el factor de unión es una cuerda y que, con el paso del tiempo y la distensión sufrida por el peso aplicado, puede aflojarse y dejar de ser efectiva para mantener los postes unidos y estables. En nuestra experiencia, hasta tres horas es un tiempo razonable para jugar con tu tripié. Lo que más afecta su estabilidad es poner y quitar peso una y otra vez en largos periodos de tiempo. De nuevo, ¡la seguridad es primero!
Esperamos que esta técnica te ayude a ampliar tu espectro de juego. No es necesario invertir mucho ni tener mucho espacio o contar con la libertad de poder hacer modificaciones permanentes en tu vivienda para tener a la mano una herramienta de suspensiones. ¡Además, puedes llevarlo a donde gustes con suma facilidad! El tripié de bambú es cómodo, práctico y efectivo.
Por último, te animamos a jugar y a, con prudencia, experimentar con este material. Por ejemplo, si colocas un cuarto bambú de manera transversal en el vértice donde convergen los tres postes, tendrás una barra de la cual puedes sujetar los brazos de tu compañero de juego, sólo cuida que esté bien balanceado y diviértete.
Sury CFest y Cato Rope son practicantes de BDSM y en el ámbito público colaboran en la realización de eventos de instrucción y talleres principalmente relacionados con prácticas de Dominio y restricción.
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El contenido de esta obra literaria y el nombre CATOROPE© se encuentran protegidos por las leyes en materia de Derechos de Autor y se autoriza su publicación a CalabozoMX® únicamente para fines didácticos. Se prohíbe su reproducción parcial o total sin autorización.
2 respuestas
¿Sólo las cuerdas de cáñamo son recomendables para los amarres superiores? Si fa a sufrir tanto desgaste ¿no podría usar una piola común y corriente que pudiera reemplazar cada tanto?
Veo tu punto y coincido en que se maltratan. Las cuerdas que uso para soporte ya no las uso para ningún otro fin. Respecto del uso de otros materiales, yo solo diría que los sintéticos no me gustan, se estiran y la fricción es menor. Si tuviera que usar otra opción, usaría jute, es mucho más barato, no resbala y no se estira tanto. Gracias por tu comentario.