¿Y LOS DIAMANTES SON ETERNOS?

Una visión sobre lo fugaces que resultan muchas relaciones BDSM.

Por Ángel Negro.

En múltiples ocasiones he visto en Facebook anuncios del tipo: “Informo que a partir de esta fecha he tomado como sumis@ a …”, sólo para que, al cabo de unas pocas semanas, se vuelva anunciar que dicha relación concluyó.

Si bien es normal que las relaciones entre seres humanos inicien y terminen, el tipo de anuncios como el citado en el primer párrafo, indican que se inició una Relación BDSM de Base (relación que va más allá del recinto de sesión, es decir, el/la sumis@ deja de ser libre y, a partir de su aceptación, “pertenece” a su dominante), la cual, por su misma naturaleza, se entiende como una relación de largo plazo. Entonces, si la intención es una relación de largo plazo, ¿por qué acaba tan rápido? ¿Qué sale mal? ¿Quién falla?

Obviamente las respuestas a tales preguntas variarán dependiendo de la relación en cuestión o, incluso, de la parte consultada. Por lo tanto, estudiar y analizar cada situación específica sería poco menos que imposible. Sin embargo, pienso que hay elementos comunes en todas las relaciones exitosas, que si cuidamos y cultivamos, nos darán una mayor probabilidad de tener una relación duradera.

Dichos elementos son:

1.- Honestidad: Se da en dos planos: a) Honestidad con uno mismo, tener claro qué es lo que uno quiere y qué está dispuesto a hacer, b) Honestidad con tu prospecto, definirle claramente lo que eres y lo que buscas; no ofrecer más de lo que puedes y quieres dar; no engatusar, no engañar. Un ejemplo muy sencillo y muy visto en el medio es cuando tu prospecto busca una relación BDSM complementada con una relación de pareja y tú no tienes intensión de llegar a eso; la relación durará hasta que tu prospecto se dé cuenta de que fue engañad@.

2.- Conocimiento:   Conocer a tu prospecto: su nivel de experiencia, fantasías, gustos, límites, expectativas, etc. Lo común es pensar que conforme avance la relación, la pareja se irá conociendo. ¡Es en ese pensamiento donde radica el problema! Si bien es cierto que nunca se termina de conocer a una persona, también lo es que mientras más se conozcan antes de formalizar la relación, más probable será que la misma prospere.

3.- Comunicación: ¡Qué decir! Herramienta indispensable. Una buena comunicación no dejará crecer problemas, afianzará la confianza, fomentará acuerdos, etc. En resumen, fortalecerá la relación.

4.- Compromiso: La forma más trillada pero también las más efectiva de definir el concepto es con la fábula de los huevos con tocino:
“Una gallina y un cerdo se encuentran en el centro del pueblo. La gallina mira al cerdo y dice: ‘¡Te propongo que abramos un restaurante!’ El cerdo mira a la gallina y responde- ‘Me parece excelente idea. ¿Pero cuál sería nuestro platillo estrella?’ La gallina piensa un poco y rápidamente contesta,- ‘¡Eso está resuelto, lo más fácil sería servir huevos con tocino!’ El cerdo se queda pensativo y después de una larga espera dice- ‘¡Lo siento pero no me interesa! ¡Yo estaría comprometido, yo daría el pellejo en el proceso, en tanto tú, solamente estarías participando!’”

Es muy simple y muy claro, si quieren que la relación perdure, ambas partes deben comprometerse a que así sea. Deben dedicar tiempo, interés, esfuerzo, etc.

Obviamente el cuidar estos 4 elementos no garantizará una relación duradera, pero indudablemente aumentará sus probabilidades de conseguirla.

Esta es mi opinión. Pero como siempre digo, la mejor opinión siempre será la de cada quien, y más cuando esté respaldada por la experiencia.

 

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