girl-1968474_1920 Que bonito es eso de la negociación en el BDSM. Nos juntamos con quien queremos empezar algo, y logramos un mutuo acuerdo para que todos tenemos el máximo de placer del encuentro o la relación. Y vivieron felices para siempre.   La vida real nunca es tan bonita y sin problemas como nos hacen creer a veces. La vida BDSM menos. A menos que tienes un carrera como abogado o experiencia en ventas es muy probable que no te han enseñado cómo negociar. Entonces ahí les va una pequeña resumen de como yo lo veo:

Tener claro qué es lo que quieres

Eso puede ser vía un playlist, o cualquier manera que prefieres. Pero tenerlo claro para ti misma es esencial. No significa que no podría cambiar en lo largo de la relación o tu vida, pero en este momento es lo que quieres y lo que no quieres.

Tener claro qué es lo que quiere la otra persona

Literalmente pregunta a la otra persona su “play list”. O sea…. Que son sus límites, gustos, que no le gusta, etc. Después que lo recibes hay que preguntar más detalles. Sean lo más chismosos posibles, en esta situación ¡si puedes serlo! Flogger te gusta. Ok, ¿en que zona? ¿Que tan duro? ¿Con ritmo? ¿Sin Ritmo? ¿Que tanta experiencia tienes con esto? Tienes floggers tu, quieres que usamos los míos… etc etc.

Decidir si aceptar, salir o negociar

Tú decides, revisando las 2 listas, si existe la posibilidad de complementarse por un juego, una relación o nada. ¡Cualquiera de estos es válido! Existen personas con quien no hay match para una relación, pero si para un juego. Eso es válido, y no es necesario entrar en una relación D/s simplemente para poder jugar con alguien. Si la otra persona requiere una relación D/s formal, y tú solo quieres juegos sueltos, ya no son compatibles. No es un juicio de valor ni sobre ti, ni de la otra persona. Simplemente no son compatibles y ya.

Aceptar:

Si son compatibles que sea para una relación o un juego y decides que así como esta te funciona, aceptas. Ahí es donde le platicas tus gustos, lo que ya sabes que te funciona y que no. Confirmas tu palabra de seguridad y el aftercare (como Dom o sumi) que requieres. Si en esta etapa sale algo más que parece una incompatibilidad, puedes ir a negociar o rechazar. SIEMPRE tienes el derecho de cambiar de opinión, por la razón que quieras.

Rechazar:

Lo más sano es en automático rechazar los siguientes personas: Los que juegan sin palabra de seguridad Aunque hay casos en donde 2 personas pueden entrar en un acuerdo de jugar sin palabra de seguridad, nadie sano lo hace desde las primeras veces que juega con alguien nuevo. No respeta los limites Si la otra persona desde un inicio quiere “romper tus límites blandas” o “trabajar en tus límites blandas”, no juegues con este persona. Ni hablamos de los límites duros. Pide protocolo durante la pre-platica La negociación y las pláticas previas a una primera sesión siempre deben de ser entre iguales. Si te exigen un titulo como Señor o te dicen zorra, puta, señorita, etc en esta etapa, están imponiendo un igualdad en la etapa que todavía debe ser entre iguales. No les interesa tus gustos Eso va por los dos lados. Un dominante debe saber que es lo que le gusta, lo que le interesa a un sumiso. Una sumisa debe saber, debe tener interés en lo que le gusta a su compañero de juego. Si no, es un signo muy fuerte que a ese persona únicamente le interesa su propio placer, y no el tuyo. No importa si ya estas hablando por un día, una semana, un mes o un año. Siempre tienes derecho de decir “sabes que, creo que no haríamos buen match. Prefiero no jugar contigo”. ¡Y eso vale por el parte del dominante y la sumisa/sumiso!

Negociar:

Ahí la parte divertida. ¿Qué significa negociar en una relación BDSM? Contrario a algunas creencias populares, eso no significa que la parte sumisa/sumiso tiene que acceder a todo lo que el dominante quiere (menos los límites, si tenemos suerte). Tampoco significa que el dominante tiene que consentir la sumisa y darle todo lo que quiere en cambio por poder jugar con ella… Lo que sí significa es que revisan la lista de cosas que no les gusta pero si harían, y lo platican. ¿Porque no les gusta? ¿Con cual frecuencia lo harían? ¿Hay circunstancias en cual si les puede llegar a gustar? Y para la parte que tienen como gustos; ¿que tan importante es? Un ejemplo es que a mi no me gustan las mordazas. Lo haría, pero no me gusta. A mi contraparte le encantan las mordazas. Si me gusta sentir la fuerza de otra persona. Entonces si podemos incorporar la mordaza como símbolo que la otra persona es más fuerte que yo, que no tengo opción… Ahí si me está empezando a gustar.   Sin ese tipo de negociación pudimos haber perdido un juego divertido y mutuamente satisfactoria. Otro ejemplo puede ser que tengo en mis gustos estar con los ojos vendados y sentir dolor. Los 2 están en mis gustos pero no son igual de importante. Estar con los ojos vendados me gusta, pero me divierto igual si tengo los ojos abiertos. Pero jugar sin sentir ningún tipo de dolor, para mi no se siente completo. Lo necesito y lo requiero para tener una experiencia satisfactoria

¿Que significa eso para la negociación?

Si al otro persona no le gusta causar dolor, este persona no sería alguien con quien podría empezar una relación D/s de largo plazo, porque al final de día voy a estar insatisfecha. Sin embargo, si acordamos por un juego para probar bondage, o lo que sea que está en nuestras listas de gustos, puede ser divertido. Si el dolor hubiera sido algo que me gusta, pero no hay necesidad, igual podríamos llegar a un acuerdo en donde de vez en cuando jugamos con dolor, o acordamos que lo puedo jugar con otras personas, etc. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!!) Como personas (sumi/Dom/switch) tenemos el derecho de buscar relaciones y/o juegos que nos dan satisfacción. Por eso es muy importante tener claro qué es lo que quieres, que es lo que necesitas, igual que saber que es lo que no te gusta, y lo que son tus límites.

Divertirte, juega, experimenta

Y después del juego revisan que les gusto, que no, ¿cambiaron límites?, ¿cambiaron gustos?, etc.   Mi recomendación personal es tener esta conversación después de unos días, cuando se relajan todas las hormonas y puedes ver el juego con un poco más de objetividad, pero cada quien tendrá sus propias preferencias. Y si es necesario, regresar a negociar. Acuérdate que tienes el derecho de decir no. Siempre y cuando quieres por la razón que quieras.
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