El Deseo

El deseo erótico no es algo fijo, el deseo va transitando, formándose, ajustándose, amoldándose a lo largo de la vida dependiendo de una multiplicidad de factores como: familia, edad, nacionalidad, racialización, corporalidad, género, orientación sexual, modelos de diversidad Relacional elegidos o impuestos, manifestaciones de la diversidad sexual, creencias religiosas, afiliaciones políticas y más.

Por lo tanto hablar del deseo es hablar de diversidad.    Pero ¿Qué es el deseo?, generalmente cuando a una persona le preguntas cuáles son sus deseos, va referirse a proyecciones a futuro sobre una situación u objeto que quisiera en pertenencia, pero si especificamos que nos referimos al ámbito de la sexualidad se puede entender como: el deseo que se siente por otras personas o el deseo que se tiene por alguna práctica sexual que puede o no incluir fantasías.

El sistema en el que vivimos (heterosexual, patriarcal y capitalista) nos hace creer que el deseo se rige bajo algunas reglas que parecieran inamovibles y que si alguna de estas no se cumple entonces hay algo mal sobre nosotras y que por esta razón podríamos estar mal.

Algunas de estas mentiras-reglas sobre el deseo son

Mentira 1 “Todos los seres humanos necesitan-desean tener relaciones sexuales”

La mentira que nos cuentan es que todas las personas tienen deseo sexual y que además este deseo sexual es continuo e infinito y que si se interrumpe es necesario ver qué está pasando. No, no todas las personas sienten deseo sexual por otras personas, existen personas que nunca sentirán deseo sexual en sus vidas y hay personas que tendrán temporadas de asexualidad.  Y ojo, esto no está relacionado directamente al placer.   Las personas asexuales si sienten placer.

Mentira 2 “Si no tengo deseo sexual, seguro tengo alguna enfermedad”

Muchas personas asexuales llegan a consulta médica, psicológica y sexológica porque piensan que hay algo mal.   De pronto es lógico pensarlo, todo el tiempo estamos bombardeados con la idea de que debemos de tener deseo sexual.

Existen personas que no se sienten mal, no sienten culpa y realmente no tienen una preocupación por la falta de deseo.    Es hasta que otras personas cuestionan esa falta de deseo que entran en conflicto y deciden ir a los especialistas. Al asistir al especialista puede suceder los estudios correspondientes a nivel organismo salen perfectamente bien y también puede suceder que el especialista en salud mental y sexual se de cuenta que el malestar de la persona no viene de la falta de deseo, si no de la presión externa que le exige tener deseo.  Así que, también está bien no sentir deseo sexual.

Mentira 3 “ El deseo sexual solo depende de que te guste y/o ames mucho a la otra persona”

Totalmente falso. El deseo sexual, en las personas no asexuales, responde a un ambiente que contempla lo sociocultural, la orientación erótica-afectiva, la vivencia relacional, las experiencias previas, las expresiones comportamentales de la sexualidad, las hormonas y en general TODO lo que está sucediendo en nuestras vidas.

Mentira 4 “El deseo sexual desaparece en la vejez”.

Si bien el deseo si se puede afectar por las variaciones hormonales, esto no hace que el deseo desaparezca y que las personas en la vejez no puedan o quieran tener encuentros sexuales.

Mentira 5.  “Si amo a alguien lo voy a desear por siempre”.

El amor no necesariamente va acompañado de deseo y el deseo no necesariamente estará acompañado de amor.    Muchas personas después de tiempo de convivencia con sus vínculos “pierden” el deseo sexual y entran en conflicto al pensar que esto es señal de que algo está muy mal.  Si bien es cierto que muchos deseos sexuales se afectan por lo que se está viviendo en la pareja.

También hay vinculaciones en donde el deseo sexual nunca estuvo presente o se terminó y eso no significa que la relación debe terminar, significa que hay que replantearla.

Mentira 6. “Esta mal que solo pueda desear excitarme de una sola forma”.

El deseo sexual es variado,  habrá personas que su deseo está fuertemente relacionado con un fetiche (por ejemplo los zapatos) y esto es válido.  Si tu fetiche no afecta a 3eras personas, no te causa culpas y no sientes malestar, no tienes ningún problema.  Hay que buscar ayuda cuando te causa culpa, malestar y afectan a terceros.

Es importante pensar en nuestros deseos, observar como están afectados por estas y otras mentiras que nos hacen creer que el deseo es uno solo y que todos lo sentimos igual.  Pero como muchas cosas en la vida, el deseo es algo que fluye y se transforma.   El deseo en sí, es dinámico.  ¿Qué cosas deseabas sexualmente, que en la actualidad ya no deseas?…

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