REFLEXIONES ACERCA DE LA DOMINACIÓN FEMENINA BDSM

En las relaciones D/s, particularmente cuando se lleva a cabo una Sesión FemDom, desde mi visión como persona sumisa, considero que el grado de control, el alcance de la humillación y el nivel de dolor a suceder deben estar determinados por la(s) persona(s) dominante(s).

De hecho, a mi parecer, esto es de importancia máxima, especialmente en el FemDom, donde el peso cultural y social, con sus tendencias “terminantes” que niegan a la Mujer la posibilidad de hacerse cargo y estar al frente de algo, ubican a las Dóminas como “servidoras de placer para los hombres sumisos” y no como personas dominantes, capaces de someter y controlar a un hombre para procurarse y obtenerse placer… Su placer.

Por supuesto que esto último es procedente, partiendo de que existen, de manera previa, acuerdos claros entre les participantes en la relación D/s, enmarcados en el principio fundamental del BDSM: prácticas seguras, sensatas, consensuadas y placenteras (SSCP).

Aclarado lo anterior, retomo el tema para describir cómo, desde mi percepción y vivencia como persona sumisa en relación D/s, es imprescindible diferenciar entre dos formas de “sumisión”: una, basada en “decirse/sentirse sumise”, arrastrando todo el ruido y la basura socio-cultural solo para ocupar una posición que le permita satisfacer sus propias fantasías y deseos, construidos desde la impronta automática de una postura de masculinidad privilegiada; y otra, basada en entregarse de verdad, tode une con convencimiento, a participar en el rol sumise dentro de la relación D/s, aceptando destruir variables “ruidosas” y diversificar las posibilidades de placer.

En mi opinión, formada a partir de mi experiencia y con la intención de ser realmente una persona sumisa en una relación D/s con FemDom y FinDom verdaderos y completos, lo que hay que hacer es aprender, asimilar, entender y aplicar las siguientes acciones básicas:

  1. Deconstruir la “masculinidad” que nunca debimos haber aprendido, para poder

  2. Rejerarquizar la dirección del poder, y

  3. Remodelar las maneras de recibir y sentir placer.

Pienso que, en definitiva, este es el único camino para lograr ser realmente la persona sumisa dentro de una relación D/s.

Por “rejerarquizar la dirección del poder”, me refiero a un giro de 180º en la visualización del poder masculino, que nos llevará inevitablemente a aceptar la pérdida de privilegios, así como a “dejar de ser hombre” en el sentido tóxico de la expresión: dejar de ser el centro de cada situación, el que sabe, el que manda, el que provee, etc. En pocas palabras, dejar de ser el masculino, para ceder en realidad la posición de poder a la Dómina.

En cuanto a “remodelar las maneras de recibir y sentir placer”, el punto de partida —según mi experiencia con Dómina Krystal— es destruir el falocentrismo inculcado y reforzado constante y cotidianamente por los múltiples mecanismos socio-culturales que nos bombardean en el entorno. Una vez conseguido esto, el paso siguiente consiste en ir encontrando otras formas de placer.

Para ello, las estrategias que me han resultado mayormente efectivas son el desarrollo permanente de la compersión y el libre tránsito hacia situaciones que la propicien. Por otra parte, ha sido clave perder el temor a ampliar la posibilidad de recibir placer, diversificando mis formas de erotización y mis zonas de estimulación. Es decir, darme permiso de involucrar otros sentidos, así como otras partes de mi cuerpo y de mi pensar, para redescubrir y reidentificar nuevas posibilidades de sentir placer.

En síntesis, el principio básico para lograr auténticas relaciones D/s con prácticas FemDom y FinDom radica en que, realmente, “el hasta dónde” del control, de la humillación y del dolor —previamente acordado y consensuado— sea únicamente decidido por el placer que a la Dómina le causa. De lo contrario, no es FemDom ni FinDom real.

Esto, como sumise, me ha implicado aprender a confiar en el hecho de que la Dómina tiene ese poder y que la relación existe para que lo aplique. Por tanto, me ha sido indispensable trabajar en mis capacidades de luchar interiormente contra mis “demonios del poder” y entregarme convencidamente a cada oportunidad que mi Dómina tiene de recibir y sentir placer al compartirme de forma contributiva.


Escrito por Leslie de KS, para Dómina Krystal… y para tode persona que Mistress Krystal pueda llegar a considerar…

 

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